Tal y como su propio nombre indica, las lámparas colgantes o suspendidas son aquellas que literalmente “cuelgan” del techo de cualquier estancia. Por lo tanto, se sitúa el punto de luz en la zona superior, pendiendo de un cable que sujeta la estructura. Si bien es cierto que el mercado ofrece una amplia variedad de alternativas para iluminar tus espacios, hoy queremos hablarte de esta opción, tan elegante como funcional. ¡Descubre cuáles son los beneficios que pueden aportar a tu hogar!
Motivos para añadir lámparas colgantes en tus estancias
Lo hemos dicho en más de una ocasión, la luz es un aspecto fundamental cuando hablamos de decoración, y esta apreciación abarca desde la natural hasta la artificial. Y, claro, en lo referente esta última, no podemos obviar el favoritismo que ha existido durante años por las lámparas colgantes.
Esta popularidad viene dándose desde hace décadas, y se debe principalmente tanto a su gran potencial decorativo como a su capacidad para iluminar los espacios donde realmente se requiere luz. No obstante, el estilo y la forma del propio diseño depende del uso que vayas a darle y la habitación donde piensas ubicarlo. No te preocupes, a continuación, te daremos las pautas necesarias. ¡Vamos allá!
¿Dónde vas a colocar tu lámpara?
Lo más habitual y aconsejable es colocar tu lámpara colgante sobre la mesa del comedor, en el office de la cocina, sobre la cama y en la zona de estar del salón. Además, si las dimensiones te lo permiten y cuentas con techos altos, en el recibidor. Eso sí, al no ser que se trate de algún conjunto, lo ideal es encontrar una única lámpara colgante por estancia. Así no sobrecargarás el espacio y, además, será el foco de todas las miradas.
Consideraciones básicas sobre las lámparas colgantes
El tamaño siempre importa. Mientras que las lámparas colgantes grandes son ideales para una entrada, los diseños más pequeños son perfectos para lugares de trabajo.
Materiales. Evidentemente, este es otro de los aspectos más importantes a la hora de elegir cualquier diseño. El más recurrente es el vidrio, especialmente por ser un excelente difusor. Por otro lado, la tela, el metal y el vidrio también son opciones habituales.
La altura. Un defecto muy típico que suele ocurrir con las lámparas colgantes es que se colocan demasiado arriba. No hay que tener miedo a bajar el cable, pues lo ideal es que cuente con una extensión de 150 a 160 cm desde el suelo.
Dos lámparas. Aunque hemos dicho que lo más aconsejable es colocar una única lámpara colgante en una estancia, si has decidido apostar por dos o más, procura que queden al mismo nivel.
Por último, pero no menos importante, evita que se vea la bombilla. Esto ya es un consejo más personal. Esperamos que todas nuestras recomendaciones te hayan sido de utilidad. No olvides consultar nuestro catálogo de lámparas. ¡Encontrarás todo lo que estás buscando!